“Dinside”: El antimétodo constructivo

El “Dinside” es por encima de cualquier otra cosa una actitud y forma de potenciar la conexión de una persona con lo que sucede en su interior.

En el contexto de esta interioridad me refiero esencialmente a las áreas intelectual, emocional, y motriz. Un proceso conectivo que se fundamenta en la vivencia plena de cada instante, en la plena entrega de la persona a lo que es la inserción total en su propia momentaneidad.

Para conseguir esta objetivo no existe un método planificado ya que tal vivencia del instante requiere de una fuerte dosis de espontaneidad y flexibilidad que permitan a la persona saber adaptarse a cada una de las circunstancias en que se está moviendo. Vivir un proceso de “dinside” es simplemente centrarme de una forma íntegra en lo que estoy haciendo (bailar cuando bailo, barrer cuando barro, estudiar cuando estudio,…). Evidentemente, es un proceso que no se adquiere de la noche a la mañana, y que muy posiblemente nunca consigamos anexionarlo plenamente en nuestra personalidad. Pero las ventajas de este trabajo las hallamos cuando nos dirigimos hacia esta meta, no sólo cuando llegamos a ella.

dinside

Practicar “dinside” es un trabajo similar al que realiza un fotógrafo, con la única diferencia que su objetivo se dirige hacia dentro, hacia estas tres áreas a las que antes aludía: intelectual, emocional, y motriz. Se trata de una nueva versión del “selfie”, tantas veces visto en estos últimos años, pero con una proyección que traspasa todas las barreras de nuestra piel para llegar a lo más íntimo de cada uno.

Cuando convertimos el “dinside” en una práctica habitual, desarrollamos en nosotros la capacidad de escucha, tenemos una visión más nítida de lo que ocurre a nuestro alrededor y como esto afecta e influye a lo que sucede en nuestro interior, pero es algo que la persona consigue sin pasar por el filtro de su propia mente sino de una forma más directa y a modo de “insight”. Algo que se alcanza simple y llanamente mirando ese álbum de fotos internas que previamente nos hemos ido construyendo.

Así pues, no hay un método que nos permita llegar a este objetivo, pero si tenemos la posibilidad de edificar algo en nuestra psiquis que llame la atención del “dinside” y sea este proceso quien llegue hasta nosotros.

Siempre hay recursos para alcanzar lo que queremos: “si buda no va a la montaña, la montaña va a buda