Psicología de la acción vs ensoñación

Pedro sentado en la butaca de su salón, junto a su aperitivo y con el aire acondicionado encendido, nos comenta en una calurosa tarde de julio que el gran sueño de su vida siempre ha sido ………

¿Quién no ha soñado alguna vez?, y más en momentos de crisis, donde hacerlo nos resulta gratis, y no solo eso, es que además puede resultar reconfortante,   siempre y cuando luego no nos sintamos mal con nosotros mismos o con el mundo, por no haberse cumplido aquello con lo que soñamos. Situación ésta que lamentablemente se da con más frecuencia de lo que sería deseable.

Expresiones como «me persigue la mala suerte», «si Dios existiera no debería permitir que …»,»los demás deberían darse cuenta que yo…», dejan frecuentemente entrever que los «sueños» de esta persona más que ser reconfortantes, como antes comentábamos,son más bien para ella una trampa y un autoengaño que la anulan por completo al mostrarle unos falsos motivos de sus incapacidades en razones externas a su persona, y será esta visión hacia fuera la que le hará entrar en un estado de indefensión, ya que su percepción es que no depende de él, el hecho de poder mejorar y evolucionar en la situación que actualmente está viviendo.

2013-07-03 13.04.41

Sólo cuando vemos y sentimos que el futuro está en nuestras manos, y que este depende directamente de lo que hoy hagamos, acabaremos con esta sensación nefasta de indefensión, y empezaremos a ponernos «manos a la obra» para conseguir estar cada día más cercanos a nuestros «sueños», «deseos», «anhelos» o como queramos llamarlos.

Es este el momento en que descubrimos que nuestra felicidad no reside en el punto en que conseguimos alcanzar nuestras metas, sino más bien en el instante en que empezamos a caminar hacia ellas. De esta manera la paciencia y la constancia se convierten en nuestros aliados, permitiéndonos dividir este «gran sueño» que alguna vez hemos tenido en pequeños objetivos abordables a más corto plazo y que serán los que tirarán de nosotros para que realmente nos pongamos en acción desde hoy mismo.

camino al Everest

Vemos como ocurre aquí algo muy parecido a lo que mencionábamos en un anterior artículo sobre la gestión de las preocupaciones,ya que en ambos casos es frecuente no actuar porque uno ve la meta tan lejana que no sabe por donde empezar. Sin embargo, si esta meta es dividida en pequeños pasos, la situación se hace completamente distinta, por cuanto que de manera natural sabemos donde dirigir nuestra acción, dando así un giro completo a nuestro estado de ánimo, que a la postre será el que nos lleve al éxito.

En «Dos Pasos Adelante», como nuestro mismo nombre indica, dedicamos todo nuestro esfuerzo y atención, en ayudarte a realizar un desglose estratégico de los pequeños pasos que puedes dar para conseguir tener cada día más cercanos tus «grandes sueños». Solicítanos una primera entrevista gratuita, si realmente te sientes comprometido/a con lo que buscas.