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¿Qué hacer para estudiar mejor?

Publicado: Abr 8, 2013 en Psicoterapia y Psicología Laboral

Sin duda la actividad de estudio encaminada a la comprensión y retención memorística de unos contenidos requiere de un acto de voluntad y esfuerzo por parte de quien la practica. Pero sobre esta base de voluntad, en nuestras manos está que este esfuerzo nos lo hagamos más fácil y efectivo si utilizamos las técnicas de estudio que mejor se adapten a nuestras características personales y a las peculiaridades propias de la materia que vamos a estudiar. No existe una técnica de estudio que de forma genérica podamos afirmar que sea mejor que las demás, dependerá siempre de los dos aspectos antes mencionados: el estudiante y la materia, ya que lo que pueda ser útil para una persona, quizás no lo sea para otra, o lo que nos pueda resultar efectivo para una materia, probablemente no nos sea práctico para otra. A pesar de lo dicho, si hay aspectos que son aplicables para todo el mundo, como el hecho de ser mucho más efectiva una hora de estudio de calidad que dos horas de estudio deficiente. Por ello es básico conocer cuál es la técnica que a nosotros nos puede resultar más útil en una materia concreta, estudiando siempre de forma activa, y haciendo caso a las señales que nos indican un bajo rendimiento en el estudio, que básicamente con dos: las distracciones y el sueño. Así pues, es esencial que un estudiante duerma lo necesario y también que tenga momentos de ocio en donde las emociones y la actividad física sean protagonistas para así compensar y equilibrar el esfuerzo mental que supone la actividad de estudio (ver “LA GASTIÓN DE LAS PREOCUPACIONES- I” ). En “Dos Pasos Adelante” queremos ayudarte a diseñar la metodología de estudio que mejor se adapte a tus características personales, ya que si percibes más efectividad en tus horas de estudio, te resultará siempre una tarea más fácil y agradable. Recuerda también que somos especialistas en “Coaching para opositores”, y que nuestra primera cita es gratuita, para que sin ningún tipo de compromiso puedas ver si nuestros servicios te pueden resultar...

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LA GESTIÓN DE LAS PREOCUPACIONES (II)- ¿Qué puedo hacer cuando veo que llevo un tiempo demasiado preocupado?

Publicado: Abr 4, 2013 en Psicoterapia y Psicología Laboral

En un anterior artículo (LA GESTIÓN DE LAS PREOCUPACIONES (I)) citábamos una estrategia de carácter preventivo para los estados de preocupación consistente en adoptar hábitos de vida en los que exista el máximo equilibrio posible en cuanto a la distribución de tiempo en lo que son nuestras actividades intelectuales, emocionales y físico-motrices. Cuando notamos que esto no nos es suficiente, ya que observamos desde hace un tiempo que alguna preocupación concreta nos tiene atrapados, impidiéndonos rendir como otras veces hemos hecho tanto en nuestra vida personal como profesional, puede resultarnos de gran ayuda pararnos a observar la consecuencia más inmediata de este estado psicológico que arrastramos, dicha consecuencia nos es otra que la parálisis, la inactividad o pasividad, por cuanto que esto que nos preocupa nos mantiene retenidos y abrumados de tal modo que no conseguimos concretar una primera acción que nos acerque a una solución. Es este el momento de centrar nuestra atención en el primer paso que podemos dar, dejando todo lo demás para otras futuras ocasiones. Así por ejemplo si me preocupa el clima tenso y hostil que observo en mi empresa o en mi familia desde hace tiempo, y del cual sólo espero consecuencias cada día más negativas, viéndome impotente para detenerlo. Puedo en este momento centrar mi atención en ver cuál podría ser un pequeño detalle de mi comportamiento que pudiera hacer de un modo distinto, quizás una muestra de interés por alguien, una solicitud u ofrecimiento de ayuda, o a veces una simple sonrisa puede tener un efecto sorprendente que inicie un cambio positivo en la dinámica ambiental de esta familia o empresa. Además, una vez que he dado el primer paso, mi estado anímico también cambia y favorece el que pueda dar con mucha más facilidad los distintos pasos que me lleven a la solución total de lo que me preocupaba. En “Dos Pasos Adelante” queremos apoyarte para que diseñes estos movimientos estratégicos que te pongan en acción, y te acerquen a la solución de aquello que te preocupa. Recuerda que siempre el primer paso es el más costoso, y que luego todo resulta mucho más fácil, solicita una primera cita gratuita con nosotros, para empezar ya a resolver esto que tanto te...

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Tengo problemas con mi hijo/a adolescente

Publicado: Abr 3, 2013 en Psicoterapia y Psicología Laboral

Las dificultades de un padre o de una madre que siente que ya lo ha intentado prácticamente todo para conseguir una mejor comunicación y relación con su hija o hijo adolescente, es algo muy frecuente en la actualidad, pero que desde siempre ha existido en la historia de la humanidad. Ya la antigua psicoastrología griega afirmaba que la persona en el ciclo adolescente (aproximadamente entre los 12 y 18 años) estaba bajo la influencia del planeta venus, mientras que cuando se estaba en una edad en torno a los 40 a 50 años, se pasaba a estar bajo la regencia de marte . Dos planetas (marte y venus) desde siempre enfrentados, representando el primero valores como la fuerza y el sentido de la practicidad, mientras que el segundo, venus, se asociaba precisamente con lo opuesto, el amor y los grandes idealismos. Es por ello completamente normal, este choque entre un padre que está en su cuarentena, y un hijo adolescente, y si a ello le añadimos que socialmente la adolescencia tiende hoy a alargarse llegando en ocasiones hasta bien avanzada la veintena de años, podemos decir que el conflicto está prácticamente garantizado. Así pues, conscientes de la naturalidad de estas diferencias entre padre e hijo, posiblemente lo más grave del momento actual es la acusada proliferación que estamos viviendo de modelos de familia de corte hiperprotector y con una excesiva permisividad. Todo ello en claro contraste con el modelo familiar que predominaba en nuestro país hace unos 50 años con características claramente autoritarias. Si el modelo familiar anterior era notablemente deficiente, no lo es menos el actual, por lo que la clave para conseguir una mejor relación y comunicación con nuestro hijo adolescente reside sin duda en un equilibrio entre estos dos polos opuestos descritos. Plasmar dicho equilibrio con hechos concretos requiere por parte de los padres una capacidad de cambio estratégico, donde a través de nuevas conductas, simples pero al mismo tiempo efectivas, se pueda conseguir una relación más armónica y satisfactoria para ambas partes. Estos cambios estratégicos no pueden determinarse a modo de lo que sería una especie de recetario general, sino que deberán adaptarse a las características e idiosincrasia propia que cada familia tiene, en “Dos Pasos Adelante” queremos apoyarte y darte la herramientas concretas para diseñar contigo estos cambios que te permitan mejorar la relación y la efectividad en la ayuda que quieres dar a tu hijo. Solicítanos una primera cita, en la que de forma gratuita, podremos hablar de lo que te preocupa, y diseñar un camino para que puedas encaminarte a tus...

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LA GESTIÓN DE LAS PREOCUPACIONES (I) ¿Qué puedo hacer cuando me empiezo a ver demasiado preocupado?

Publicado: Mar 26, 2013 en Psicoterapia y Psicología Laboral

La preocupación es un mal muy clásico en hombres y mujeres de las sociedades occidentales, se ve que esto de “ocuparnos antes de que las cosas sucedan” es algo que nos tiene muy atrapados. Fue algo que si al principio empezó como una cualidad relacionada con lo que sería la prevención, en poco tiempo ha terminado suponiendo una de las peores cargas para el desempeño normal de nuestras potencialidades. Si tuviera que dar una definición descriptiva y práctica de lo que es la preocupación diría que es “el estado psíquico bajo el cual la persona queda atrapado y anulado por una de sus principales capacidades como es la mente”. Ciertamente se trata de una maldita y desdichada paradoja, ya que una gran cualidad humana como es la capacidad mental y de pensamiento, cuando se desborda y no se maneja de forma armónica, puede convertirse en uno de nuestros principales enemigos, “anularnos a través de la preocupación”. Cuando notamos que esto está empezando a suceder, lo mejor es recordar que además de la mente y todo lo que le acompaña, tenemos otros dos grandes grupos de capacidades: –          Capacidades relacionadas con el aspecto emocional –          Desarrollos personales a través de la motricidad Por consiguiente, en estos momentos, nos puede suponer una gran ayuda, sustituir cualquier tipo de acción mental, por otra actividad más vinculada con lo que son nuestros aspectos emocionales o físico-motrices. Es decir, dejar de estar parado dando vueltas a mis pensamientos y ponerme a hacer algo de deporte, o practicar este hobbie que quizás tenga algo olvidado como pueda ser tocar la guitarra, o ponerme a pintar. En definitiva, cuanto más equilibradamente estén repartidos nuestros hábitos de vida dentro de estos tres grandes grupos de actividades: intelectuales, emocionales, y motrices; más inmunizados podremos estar contra la parálisis de la...

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Superar la adicción al móvil, utilizando el teléfono móvil

Publicado: Feb 25, 2013 en Psicoterapia y Psicología Laboral

Es indudable e impactante la revolución que ha supuesto en las formas y costumbres de vida del hombre todo lo que son las nuevas tecnologías, y en concreto el tema que ahora quisiera tratar que es el uso de la telefonía móvil. No quisiera cansar al lector, reincidiendo en algo sobre lo que ya tanto se ha escrito, y sin dejar de reconocer las enormes ventajas y aportaciones que otorga la telefonía móvil a nuestra calidad de vida, destacando también los peligrosos inconvenientes que se derivan del mal uso de la misma. Y es que como todo en el universo, dentro de lo más positivo siempre hay trampas ocultas, o viceversa, dentro de lo más negativo, existen elementos que pueden darnos grandes aportaciones. Resulta paradójico observar como la telefonía móvil frecuentemente se publicita como el gran paradigma de la libertad dentro de las sociedades más modernas, para luego en la práctica representar, en cada vez más ocasiones, uno de los más duros grilletes que coartan esa ansiada libertad. Me estoy refiriendo a esa dependencia del móvil que nos impide salir de casa sin él, ir a la montaña o a la playa sin tenerlo a más de cinco metros de distancia, a la enorme cantidad de cosas que dejamos de hacer por culpa del controvertido aparatito que tanto ha revolucionado nuestras vidas: conversaciones, juegos, observaciones, sensaciones, reflexiones, y un largo listado de diferentes matices y sabores de nuestra vida que se han desvanecido o no hemos podido apreciar en su totalidad debido a nuestra “íntima conexión” con ese celular al que tanto tiempo le dedicamos. Esta maldita sensación de vacío, ansiedad, o incluso de irritabilidad cuando no tengo a mano el móvil, o cuando veo que estoy fuera de cobertura, o simplemente cuando hace ya más de 20 minutos que no he verificado si tengo alguna llamada perdida, son algunas de las señales que nos advierten sobre lo insalubre y disfuncional que es nuestra relación con él. Pero detrás de estas señales se esconden, peligros mucho más profundos, como la evitación que frecuentemente se hace a través del móvil sobre todo por parte de adolescentes y de la población más joven, de aspectos clave para la evolución personal, como pueden ser el diálogo familiar o de íntima amistad, en donde los distintos matices de la expresión y de la comunicación no verbal, poseen un enorme valor, que resulta totalmente insustituible por otro medio. Hago referencia a esto, por cuanto que es notorio, que a través de la telefonía móvil, y todo lo que son sus medios de comunicación escrita: SMS, WhatsApp,.. prima más la velocidad y agilidad en la escritura que la completa expresión de lo que queremos decir. Paralelamente, son cada vez más frecuentes los casos de adolescentes que al no estar acostumbrados a expresar cara a cara sus más íntimos sentimientos, apelan al móvil para desinhibirse y expresarse en un código, que querámoslo o no, no es el natural.  El resultado de todo esto jamás puede ser beneficioso, ya que supone la utilización de una herramienta que de por sí tiene un gran valor para el ser humano, en algo que no es propiamente su campo. Sería algo parecido a como si le diéramos a un cocinero una batidora perfecta para en pocos segundos dejar la clara...

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Ocupaciones, preocupaciones y obsesiones en la empresa

Publicado: Dic 18, 2012 en Talleres y cursos

Nuevas fechas y lugares del taller: Día:                                       25 de septiembre 2013 Horario:                               16,00 a 19,00h Lugar:                                   ZABALLOS ABOGADOS C/Luchana,8- Zaballos Centro de Negocios ( Madrid) Inscripción previa:       Tf- 915938448    mail: czaballos@zaballos.es (aforo limitado)   Día:                                       26 de septiembre 2013 Horario:                               10,30 a 13,30h Lugar:                                   AJE- ASOCIACION DE JOVENES EMPRESARIOS Vivero empresarial de San Blas c/ Alcalá,586-5ª planta (28022-Madrid) Inscripción previa:       Tf- 917432353   mail: mlopez@ajemadrid.es (aforo limitado)     Historial de Talleres ofrecidos por Dos Pasos Adelante (Talleres ya finalizados): El próximo día 24 de enero a las 16,30h, vamos a impartir en el Centro Empresarial de “Negocios y Networking”, ubicado en AJE c/ Colegiata,11 Madrid un taller de aproximadamente hora y media de duración (consultar programa) en el que abordaremos desde un enfoque estratégico y eminentemente práctico soluciones eficaces para la gestión de las preocupaciones. Cuando los consejos de siempre, que tantas veces hemos escuchado, como por ejemplo el “no te preocupes, no pasará nada…”, “si estuvieras en mi caso verías lo que realmente son problemas..”, ”no hay para tanto, seguro que al final todo se arregla”…., en vez de ayudarnos resulta que todavía más nos perturban, necesitamos soluciones novedosas que nos permitan gestionar este aspecto de una forma que realmente nos sea funcional, y que nos ayude en otros asuntos como la gestión del tiempo, la priorización de la excelencia en el trabajo sobre la exigencia, o la equilibrada delegación de funciones. Si descuidamos estas cuestiones es posible que  las preocupaciones vayan tomando cada vez más fuerza en nuestra empresa o lugar de trabajo, llegándola a convertir en un foco de fobias, manías y obsesiones que dificulten cada vez más nuestra labor profesional. El objetivo de este taller es que los asistentes puedan conocer los fundamentos de  claves sencillas, novedosas y eficaces para trabajar estos puntos, y que luego quien esté interesado sepa como poder desarrollar dichas...

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¿Cuando me siento muy enfadado qué es lo mejor que puedo hacer?

Publicado: Nov 13, 2012 en Psicoterapia y Psicología Laboral

El enfado, la rabia, la ira, o lo que en general llamamos comportamientos agresivos son reacciones lamentablemente muy usuales en nuestra sociedad. Lo peor, es que frecuentemente lo expresamos con las personas que más queremos, viendo un claro ejemplo de una gran virtud como es la confianza que, equivocadamente desarrollada, se convierte en un grave problema: “el exceso de confianza”. Si algo caracteriza a estos estados por encima de cualquier otra cosa es la incapacidad de no reaccionar, como si algo penetrara dentro de nosotros que nos obligara a actuar de forma destructiva ya sea hacia nosotros mismos o hacia los demás. Hermann Hesse en su obra “Siddharta” nos invita a que antes de expresar nuestra ira nos detengamos un momento y contemos hasta diez, una clara invocación a lo que llamamos “no reaccionar”. Sin embargo, esta invocación a la “no reacción” puede resultar sumamente peligrosa y dañina si caemos en el error de identificarla con lo que es la represión. Reprimir un estado de rabia o de enojo, ni mucho menos significa superarlo, sino más bien todo lo contrario, puesto que es la clave para que en una próxima ocasión nuestra ira sea todavía mucho más destructiva. Al comentar esto me vienen a la memoria ciertos casos que aún siendo extremos, son un clara muestra de lo que quiero expresar, me estoy refiriendo a las noticias que tristemente vemos a través de los medios de comunicación referentes a personas que han cometido actos de extrema violencia y que cuando entrevistan a vecinos y conocidos de estas personas las describen como gentes de carácter más bien introvertido, que nunca se les ha visto levantar la voz, pero que repentinamente han actuado como han actuado. La represión es como un dique que le ponemos al agua, y si ésta aumenta su presión es inevitable que en un momento dado rompa el dique, provocando así más destrucción que si nunca lo hubiéramos colocado. Muestra de ello la encontramos en la antigua China con el caso de Yu el grande, un gobernante de una comunidad que frecuentemente sufría los problemas de las devastadoras inundaciones, y que en vez de construir diques como hicieron sus antecesores, creo canales para que el agua fluyera por distintas zonas de la comunidad sirviendo así para mejorar los cultivos, y utilizar su fuerza para otros menesteres como por ejemplo la habilitación de molinos que se emplearían para moler el grano. En definitiva, estos estados de enfado, ira, rabia, o agresividad, debemos aprender a canalizarlos de una manera que nos resulte positiva y sobre todo funcional, pero no caer en el error de crear “diques” represivos que lo único que hacen es aumentar la disfuncionalidad de estos estados. El “levantamiento de diques” es una solución que en un momento dado habrá podido funcionar, pero que en la mayoría de los casos es contraproducente. Me estoy refiriendo a lo que son los intentos de autocontrolarse, buscar desarrollar la paciencia, intentar pensar en otras cosas,…. Necesitamos una solución realmente nueva y sobre todo efectiva, que necesariamente deberá individualizarse para cada caso en particular, y que no puede generalizarse como una especie de receta médica. Pero si observamos que nuestros intentos de solución para este tipo de conductas que nos resultan disfuncionales son siempre los mismos y no llega ningún tipo...

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