Psicología de emprendedores y de intraemprendedores
No dejamos de escuchar en estos últimos tiempos a través de todos los medios de comunicación habidos y por haber, alusiones a través de diferentes perspectivas sobre la importancia que el «emprendimiento»puede llegar a tener en la actual situación socioeconómica que estamos viviendo. No quisiéramos cansar al lector con reiteraciones, tan sólo destacar como el hecho de lanzarse a la aventura de emprender requiera cultivarse y llevar a la práctica distintos aspectos cardinales de la psicología laboral a los que hemos hecho referencia desde este blog: «gestión del tiempo«,»gestión de las preocupaciones«, «delegación de funciones«, «ejercicio del liderazgo«, «excelencia en el trabajo«….. De esta manera, preferiríamos a través de estas líneas, referirnos a algo más olvidado como es la creación de ambientes laborales en los que se favorezca una política de intraemprendimiento . Un intraemprendedor es el empleado de una empresa que se le contrata más por «pensar» que por «obedecer», y que usa los recursos de su organización para estar constantemente renovándola y actualizándola. Lo que más diferencia a «un empleado tradicional» de un «intraemprendedor» es que mientras al primero se lo percibe más como un instrumento empresarial al que se le da un salario a cambio de sus servicios. Al segundo se le valora por lo que son en sí sus más humanas capacidades, dentro de las cuales virtudes como la inteligencia práctica, adaptabilidad, creatividad, capacidad de iniciativa,… jugarán un papel esencial. Una empresa que quiera formar un equipo humano en el que predomine el espíritu de cooperación y unión entre sus miembros, deberá favorecer iniciativas de intraemprendimiento para que sus empleados se sientan gratificados no sólo en un plano material o económico, sino también en un plano más personal ligado con aspectos de autorealización y desarrollo vocacional. Posiblemente, el estado de urgencia en el que muchas empresas viven actualmente para poder sobrevivir y hacer frente a sus necesidades más inmediatas, hace que este punto aquí comentado pase a un segundo plano de importancia, pero no podemos olvidar que cuando esto ocurre, el fracaso no puede tardar en llegar ya que caemos en la contradicción de querer formar un equipo humano que trabaje al servicio de unos intereses minoritarios, y no al servicio de lo que en sí es el grupo. Es obvio, que si los miembros de una organización no comulgan con lo que es su filosofía y proyecto, el rendimiento que estos van a tener es siempre mucho menor. Las prisas por querer alcanzar cuanto antes en una empresa los resultados esperados provocan que esto no sea tomado en cuenta, y como en muchos aspectos de la vida las urgencias no son buenas compañeras de viaje, resultando más seguro, rápido y efectivo crear fundamentos que en principio nos pueda parecer que dan lentitud a nuestro proyecto, pero que a la postre suponen todo lo contrario. Pregunten si no a los aficionados al fútbol si es más efectivo que un equipo quiera llegar siempre en línea recta a la portería contraria, o si puede ser más oportuno mover la pelota con rapidez de un lado a otro para encontrar luego los huecos que le permitan tener un mejor acceso a lo que es su objetivo. Simplemente, es una cuestión de crear fundamentos, para que luego nuestra construcción sea más sólida y alcance sus objetivos. Si deseas...
Seguir leyendo«Dos Pasos Adelante»: Apostando por una psicología constructivista
Trabajar con una psicología constructivista, es por encima de cualquier otra cosa, buscar unos resultados prácticos y concretos. Supone entender que cada solicitud que llega a nuestra consultoría, requiere de una serie de movimientos estratégicos que permitan a todos y cada uno de nuestros clientes acercarse a la solución del problema que pudiera estar bloqueándole, o irse encaminando al logro del objetivo que anhela. Entendemos que no es posible ni por parte de la psicología, ni de cualquier otra disciplina, poder dar una explicación completamente cierta e irrefutable de la realidad. Más bien consideramos, y esta es la piedra angular de todo nuestro trabajo,que esto que llamamos «verdad» viene determinada por el punto de vista de cada persona. Por lo tanto, existirán tantas «realidades» como puntos de vista puedan haber sobre una determinada cuestión. Consecuentemente, no tiene sentido pretender dar una explicación sobre un determinado tema referente a la naturaleza humana que podamos considerar como la única cierta. Entendemos las «perspectivas» de cada persona, como formas que cada ser humano tiene de relacionarse con su mundo externo, que en ocasiones le pueden resultar útiles y funcionales, pero que en otras le pueden llevar al fracaso, la infuncionalidad, y lo que es peor, a un sufrimiento no elegido. Aquellas conductas, pensamientos, y emociones, que en ocasiones han podido resultarnos de utilidad, es frecuente, que en otros momentos produzcan en la persona un fuerte bloqueo que le impidan alcanzar sus metas. La tendencia a repetir intentos de solución que en otros momentos han podido resultarnos efectivos, pero que ahora no lo son, supone un fuerte handicap, y en ocasiones una fuente inagotable de persistentes sufrimientos. De esta manera, buscamos facilitar a nuestros clientes que ellos mismos construyan formas distintas de posicionarse ante un problema o un objetivo que le permitan resultados más positivos y funcionales para aquello que buscan en un determinado momento. Todo este trabajo se fundamenta en la convicción relativa a que el principal problema del hombre no es cometer errores, sino más bien el hecho de repetirlos, no aprendiendo de las equivocaciones, que es la mejor fuente de conocimiento práctico para el hombre. Nuestro objetivo es romper este anclaje en soluciones que en otros momentos pudieran haber sido funcionales pero que ahora no lo son. En «Dos Pasos Adelante» te ayudaremos a conseguir pequeños cambios, que te resulten asumibles, pero que serán estratégicos para producir un efecto de «bola de nieve» que te lleve a acercarte cada vez más a tus objetivos. Solicítanos una primera consulta gratuita y...
Seguir leyendoEvitar ser ayudado y clima laboral
Entendemos por «clima laboral» dentro de una empresa o equipo de trabajo, lo que es su pulso en el día a día. Aquello que las personas encuentran en su cotidianidad de acudir a un mismo lugar de trabajo y encontrarse allí frecuentemente o siempre a las mismas personas. Es lo que llamamos el «ambientillo» con el que uno se choca de frente nada más entrar por la puerta, y que uno puede notar casi con la primera bocanada de oxígeno que recibe al llegar allí. En ocasiones lo calificamos como de «buen rollo», en otras ocasiones decimos que hay un «ambiente que se corta», pero lo cierto es que es algo que forjamos paso a paso, y que resume lo que un grupo de personas han construido con su forma de comunicarse, sus conceptos e ideas de lo que se mueve a su alrededor, y un sin fin de variables que todas juntas constituyen la savia que da vida a este gran árbol que es la empresa. El «clima laboral» no es algo anecdótico o circunstancial en una empresa, sino que tiene más poder que el que en ocasiones pensamos, ya que sin levantar la voz está detrás de las principales decisiones que toma una empresa, y al ser el oxígeno que continuamente respiramos influirá decisivamente en el estado de salud de la misma. De esta manera al pensar en construir un positivo clima laboral dentro de nuestro equipo de trabajo posiblemente pensemos en cualidades como la asertividad, la empatía, el respeto hacia los demás, el trabajo en equipo,… que indudablemente no es que sólo sean importantes, sino es que son imprescindibles para lo que queremos. Pero un punto que con más frecuencia de la que sería esperable descuidamos es en concreto el hecho de hacernos conscientes de las repercusiones que puede tener en la salud del clima laboral de nuestro equipo humano la aceptación o evitación de una posible ayuda de alguno de nuestros compañeros. Rechazar una ayuda con la magnífica excusa de que «no quiero sobrecargar a mis compañeros de trabajo» o que «mi obligación es hacerlo yo,…para esto me pagan» pueden parecer actitudes constructivas, pero en la práctica es muy frecuente que encontremos como son la principal causa de crear un clima laboral frío, distante, cargado de mensajes confusos y ambiguos, que merman el espíritu de equipo, generando un trabajo cada vez más individualista y aislado. Simplemente se trataría de ponernos por un momento en el lugar del otro, a todos nos ha ocurrido en algún momento que hemos tenido ganas de ayudar o hacer un favor a alguien, y al no habernos posibilitado que le pudiéramos ayudar algo se ha quebrado en nuestro interior, es el percibir que hemos perdido una oportunidad de experimentar el bienestar de sentirnos útiles. Por todo ello, rechazar una solicitud franca de ayuda, supone crear una barrera humana que contamina el clima laboral de una empresa. Otra cuestión sería el ver que hay detrás del rechazo de esta ayuda, quizás una destructiva actitud de orgullo o de soberbia, o quizás el frío cálculo que nos hace pensar que si admitimos un favor luego estaremos en deuda con esta persona, y seremos nosotros el que tendremos que ayudarle, o cualquier otra causa que nadie más que uno mismo puede conocer. ...
Seguir leyendoLa inseguridad de la seguridad
Es este tema un ejemplo claro de un tipo muy frecuente de situaciones en las que cuanto más hacemos y nos obsesionamos por lograr algo, más nos alejamos y lo deshacemos. Podemos verlo tanto a un nivel macro, como pueda ser el caso de las políticas de defensa de los diversos estados, donde cada adquisición de armamento para «asegurar la defensa y la paz en la nación» genera nuevas necesidades de más actualizadas adquisiciones para tener plena seguridad sobre una auténtica garantía de defensa, y así sucesivamente hasta entrar en un círculo vicioso que no conoce salida. Lo mismo ocurre a nivel micro, que es en este caso del que más quisiera ahora hablar, refiriéndome a lo que es ya no una nación, sino un hombre o mujer en particular, donde también es muy frecuente encontrar como esta necesidad de tener la plena seguridad sobre el acierto de cada una de nuestras decisiones hace entrar a la persona en un bucle de continuas y cada vez más acentuadas inseguridades. Esto lo podemos ver tanto en las decisiones más aparentemente insignificantes como pueda ser que pantalones debo comprarme para estar seguro que son los que más me favorecen, hasta otras decisiones teóricamente más relevantes como pueda ser si realmente quiero casarme con determinada persona o no. Son todo esto casos en que virtudes humanas importantísimas como puedan ser la reflexión, la prudencia, o la capacidad de análisis,si son llevadas hasta el último extremo, llegan a convertirse en un fuerte problema y en una fuente de innumerables bloqueos para bastantes personas, pudiendo ser presa en mayor o menor medida de lo que llamamos «duda patológica», y que en muchas situaciones son un reflejo de esa excesiva ansia en la búsqueda de seguridad. Es como la fruta, todos conocemos sus cualidades nutritivas, y como las adquieren mediante su maduración en el árbol, pero si esperamos demasiado para tener «plena seguridad» de que nuestra apreciada fruta esté realmente madura, llega un momento en que se pasa y el tiempo que antes corría a nuestro favor, se mueve ahora en contra. Posiblemente el miedo a equivocarse, junto al afán de autoexigencia en vez de la deseable búsqueda de la excelencia, sean en gran parte responsables de este lamentable problema, privándonos de algo tan maravilloso y pedagógico como es la oportunidad de poder aprender de nuestros propios errores. Ya la sabiduría oriental nos muestra como la clave para el desarrollo equilibrado del ser humano se encuentra en el camino del medio, y es claro que actitudes como el actuar sólo por impulsos o la irreflexividad no pueden llevarnos nunca a nada positivo, pero quizás también sea importante no caer en el otro extremo, si así lo hacemos los resultados esperados no tardarán en llegar, y además daremos a nuestra vida un componente de alegría y vitalidad que de otro modo será muy difícil. En «Dos Pasos Adelante»queremos apoyarte para romper cualquier tipo de bloqueo relacionado con lo aquí comentado, solicita una primera consulta gratuita con nosotros y coméntanos tu situación, pondremos en tus manos herramientas que te ayudarán a conseguir lo que...
Seguir leyendoPsicología «Dos Pasos Adelante»: cuándo y para qué
Afortunadamente, queda ya muy lejano el tiempo en que acudir a visitar a un psicólogo era equivalente a un problema de salud mental. Hoy podemos realizar esta visita como un instrumento para acercarnos más a nuestras propias reflexiones, darles un mayor eco y consistencia, apreciar con más detalle todas las posibilidades que están en nuestro interior, y en definitiva, descubrir y palpar todo un mundo que puede darle una mayor riqueza y calidad a nuestra vida tanto en el plano personal como en el profesional. Queda ya muy atrás la idea del psicólogo como un consejero que nos diga lo que debemos o no hacer, pensar, o sentir. El ejercicio de la psicología a nivel profesional es el arte de acompañar a la persona en sus propias reflexiones, de darle instrumentos para que pueda profundizar en ellas, y como cambiar o mantener lo que cada uno quiera cambiar o mantener. El papel del psicólogo no es el de saber hablar, ni mucho menos el de saber convencer, sino sobre todo el de saber escuchar, y formular preguntas que ayuden a la persona a tener cada vez una visión más completa e integral de lo que se mueve en su interior. Se trata de un trabajo ameno, desafiante consigo mismo, y que deja en la persona unos cimientos que le permiten acercarse más a lo que son sus metas. En «Dos Pasos Adelante» buscamos alinearnos con estos objetivos, y para ello trabajamos con un formato simple pero al mismo tiempo muy cuidado de sesiones, en los que a través del diálogo y contacto con nuestros clientes, realizamos las siguientes tareas: Escuchar el motivo de consulta de cada persona que se acerca a nuestro gabinete Ofrecemos una metodología de trabajo ajustada y personalizada para cada consulta que recibimos Dedicamos las tres o cuatro primera sesiones a lo que llamamos el «primer paso», que consistiría en que la persona consiga un cambio que le acerque más a aquello que busca Dedicamos el resto de sesiones (aproximadamente seis o siete) a lo que llamamos el «segundo paso», que consiste en darle solidez al cambio anterior y que la persona pueda articularlo de tal forma que le facilite la consecución de nuevos cambios que le sigan acercando a su objetivo. Nuestro formato de trabajo es siempre a través de una primera sesión que es completamente gratuita, más luego un total de 10 sesiones en las que se trabajaría con los dos pasos antes mencionados. Obviamente, si al finalizar las 10 sesiones nuestro cliente entiende que el trabajo puede completarse más mediante algunas otras nuevas reuniones, realizamos las que se vean necesarias. ¿Quieres experimentar directamente lo que aquí te proponemos?, si es así contacta con nosotros. Estamos seguros que no te...
Seguir leyendoCambiar para desarrollar mi empresa o esperar a que mi empresa se desarrolle para poder cambiar
Nada mejor que un ejemplo de la vida cotidiana, para mostrar a lo que nos referimos con este título. Los protagonistas son Pedro de 41 años y María de 38, ambos son hermanos y habían trabajado hasta este momento en una empresa familiar dedicada a las artes gráficas que había credo su abuelo y desarrollado su padre, era una empresa pequeña pero muy productiva y próspera, llegando a tener 8 personas contratadas, y subiendo año tras año su margen de beneficios. Los dos hermanos llevaban más de 10 años trabajando en el quehacer cotidiano de la empresa, considerados por su padre como también por los otros empleados como personas realmente eficaces y competentes. Pedro y María, aunque tuvieran puntuales desavenencias y discusiones entre ellos, se llevaban realmente bien, convivían en gran parte de su tiempo no sólo en la empresa, sino también en lo que era su ocio. Con el paso del tiempo, y después de muchas conversaciones entre ellos, en sus viajes, en la sierra, en el polideportivo que frecuentaban, como también al salir con muchos amigos que ambos compartían, sintieron cada vez con más ganas y fuerza la necesidad de abrir un negocio por su cuenta. El trabajo que hacían no estaba mal, cobraban a fin de mes un buen sueldo, y su padre aunque desde siempre les exigía un máximo de responsabilidad, no dudaba en concederles algún que otro privilegio cuando así se lo solicitaban. Incluso varios amigos suyos les envidiaban la privilegiada situación laboral de la que disfrutaban. Sin embargo, los dos hermanos querían darle un nuevo rumbo a su vida, la empresa de artes gráficas sin duda que estaba bien, pero….. imagina tener algo nuestro,……. que fuéramos nosotros los que hiciéramos y deshiciéramos,…. Al principio todo parecía una quimera, pero con el paso del tiempo y la bonanza económica que por aquellos tiempos se vivía, la idea cada vez parecía más factible….. Posiblemente muchos clientes de la empresa familiar querrían sin duda trabajar con ellos, la relación siempre había sido muy buena. Además el sector que habían elegido para su proyecto empresarial venía como anillo al dedo, una empresa de traducción de textos. Ambos dominaban perfectamente el inglés. Por su parte, María siempre había mostrado interés en conocer idiomas y hablaba a la perfección el francés, alemán, italiano y portugués. Incluso desde hacía un año se había atrevido a empezar con el chino. Y si esto no bastaba tenía amigos que había conocido en la Escuela de Idiomas con conocimientos completos de otros idiomas como el ruso, polaco, o sueco. Y por supuesto que también tenía contactos que dominaban a la perfección el catalán, euskera y el gallego. Así pues, con temor a como pudiera reaccionar su padre, en la navidad de 2004 le comunican su voluntad de montar una empresa. Al principio este se mostró reticente y les advierte de las dificultades que pueden encontrar, pero al ver lo decididos que están lo comprende y les apoya. En marzo del 2005, tienen ya alquilado un local y dan de alta a su empresa. El primer año les resultó duro, pero estaban preparados para ello, muchos ya se lo habían advertido,… “el primer año siempre es el peor”…. Sin embargo, lo atravesaron, y aunque sus ingresos fueron menores que con las artes gráficas, cada...
Seguir leyendoLa anorexia como alternativa para no enfrentar mis emociones
Cada vez resulta más evidente que en nuestra sociedad no es siempre fácil hablar de las emociones, tampoco en la familia que es donde por naturaleza encontrarían estas el contexto más favorable para poder expresarse. Posiblemente una educación y tradición cultural en la que siempre se ha dado prioridad a lo intelectual sobre lo emocional pueda ser en gran parte responsable de ello, afortunadamente esta visión está cada día más en desuso, antes la inteligencia se concebía como algo puramente mental, así en la primera mitad del siglo XX encontramos el auge de los famosos tests de inteligencia y de conceptos que hoy están cada vez más desfasados como el de coeficiente intelectual. Se está viendo que en la inteligencia intervienen otros elementos además de la mente como puedan ser la creatividad, el sentido de la adaptabilidad, o la capacidad para manejar las emociones, de aquí que cada vez escuchemos con más insistencia nuevos conceptos que reflejan esta renovada visión como pueda ser el de «inteligencia emocional». Para muchos el terreno de las emociones, es un terreno pantanoso, en el que donde menos nos lo podamos esperar encontremos arenas movedizas que nos hagan naufragar, por ello es frecuente encontrar personas que se escapan de estas situaciones de múltiples formas como pueda ser refugiándose en sus tareas profesionales que es un terreno en el que se ven más capacitados y seguros, y otros, como el caso que nos ocupa, se escapan de una manera más disfuncional, desarrollando un tipo muy peculiar de trastorno alimenticio que es una forma muy peculiar de anorexia que obedece a este tipo de motivaciones. Esta alternativa, como las demás formas de anorexia, es mucho más frecuente en el sexo femenino,y es característico de mujeres muy inteligentes en el sentido más tradicional de la palabra, pero que su grado de sensibilidad es tan extremado que se ven con serias dificultades a la hora de gestionar sus emociones. Su nivel de autoexigencia es tal que les hace entrar en un estado de continua insatisfacción y de temor al fracaso. Llega un momento en que estas personas aprenden que al concentrarse plenamente en algo, como pueda ser la capacidad para renunciar a su propia alimentación, logran distraerse de esa extrema emotividad a la que no quieren enfrentar, logrando provocarse una especie de anestesia emocional que va tomando fuerza en ellas de manera progresiva. Esta abstinencia, es muy posible que no se limite a la relación con la comida, sino a cualquier otra experiencia que le provoque sensaciones de placer, ya que han llegado al punto de sentirse muy seguras y saberse manejar bien en el terreno de los sacrificios y el esfuerzo, consiguiendo con ello un contradictorio y casi podríamos decir «masoquista» estado de bienestar. Pero, por otro lado, sienten pánico a cualquier experiencia emotiva que les estimule placenteramente, porque temen poder allí perder el control, y que se produzcan consecuencias que están fuera de sus cálculos mentales a los que tanto se aferran. Independientemente de que puedas o no sentirte identificada con lo aquí comentado, si quieres conocer más sobre el contexto que rodea a una persona vinculada con la anorexia o con cualquier otro trastorno alimenticio, solicítanos una primera cita gratuita, y encontraremos la forma de poder...
Seguir leyendoPsicología de la acción vs ensoñación
Pedro sentado en la butaca de su salón, junto a su aperitivo y con el aire acondicionado encendido, nos comenta en una calurosa tarde de julio que el gran sueño de su vida siempre ha sido ……… ¿Quién no ha soñado alguna vez?, y más en momentos de crisis, donde hacerlo nos resulta gratis, y no solo eso, es que además puede resultar reconfortante, siempre y cuando luego no nos sintamos mal con nosotros mismos o con el mundo, por no haberse cumplido aquello con lo que soñamos. Situación ésta que lamentablemente se da con más frecuencia de lo que sería deseable. Expresiones como «me persigue la mala suerte», «si Dios existiera no debería permitir que …»,»los demás deberían darse cuenta que yo…», dejan frecuentemente entrever que los «sueños» de esta persona más que ser reconfortantes, como antes comentábamos,son más bien para ella una trampa y un autoengaño que la anulan por completo al mostrarle unos falsos motivos de sus incapacidades en razones externas a su persona, y será esta visión hacia fuera la que le hará entrar en un estado de indefensión, ya que su percepción es que no depende de él, el hecho de poder mejorar y evolucionar en la situación que actualmente está viviendo. Sólo cuando vemos y sentimos que el futuro está en nuestras manos, y que este depende directamente de lo que hoy hagamos, acabaremos con esta sensación nefasta de indefensión, y empezaremos a ponernos «manos a la obra» para conseguir estar cada día más cercanos a nuestros «sueños», «deseos», «anhelos» o como queramos llamarlos. Es este el momento en que descubrimos que nuestra felicidad no reside en el punto en que conseguimos alcanzar nuestras metas, sino más bien en el instante en que empezamos a caminar hacia ellas. De esta manera la paciencia y la constancia se convierten en nuestros aliados, permitiéndonos dividir este «gran sueño» que alguna vez hemos tenido en pequeños objetivos abordables a más corto plazo y que serán los que tirarán de nosotros para que realmente nos pongamos en acción desde hoy mismo. Vemos como ocurre aquí algo muy parecido a lo que mencionábamos en un anterior artículo sobre la gestión de las preocupaciones,ya que en ambos casos es frecuente no actuar porque uno ve la meta tan lejana que no sabe por donde empezar. Sin embargo, si esta meta es dividida en pequeños pasos, la situación se hace completamente distinta, por cuanto que de manera natural sabemos donde dirigir nuestra acción, dando así un giro completo a nuestro estado de ánimo, que a la postre será el que nos lleve al éxito. En «Dos Pasos Adelante», como nuestro mismo nombre indica, dedicamos todo nuestro esfuerzo y atención, en ayudarte a realizar un desglose estratégico de los pequeños pasos que puedes dar para conseguir tener cada día más cercanos tus «grandes sueños». Solicítanos una primera entrevista gratuita, si realmente te sientes comprometido/a con lo que...
Seguir leyendoPsicología, naturalidad, espontaneidad
«….. No sé que me pasa que en los momentos de mi vida que más valoro o que considero más importantes algo extraño me ocurre, y empiezo a ponerme tenso o a bloquearme, y lo que antes conseguía hacer con facilidad y naturalidad, ahora no soy capaz de hacerlo. Esto hace que me sienta muy incómodo y que llegue incluso a sentir rabia contra mi mismo. Cada vez me esfuerzo más por conseguir ser natural, pero es como si con cada intento estuviera siempre más lejos de alcanzarlo». Es esta una reflexión que frecuentemente escuchamos como las personas hacen consigo mismas o con alguien de su máxima confianza. La lucha por ser natural y espontáneo, el informarse a veces de forma casi obsesiva sobre como actuar con naturalidad ante determinadas situaciones, puede convertirse en el mayor enemigo para este tipo de personas, ya que lo natural y espontáneo es algo directo, que si lo queremos hacer transitar por el filtro de una metodología determinada, lo convertimos al final en lo opuesto, haciendo que cada intento se convierta en una mayor complicación del problema. Un consejo que podamos dar a un amigo o familiar del estilo del siguiente: «…. ves a hablar con fulano, y actúa con él con naturalidad, sonríe, se amable, no te muestres excesivamente preocupado por…»; es por naturaleza un consejo paradójico en el que se indica una metodología o se dan unas instrucciones, pidiéndole al mismo tiempo a la persona que actúe sin seguir ningún tipo de instrucción o metodología, sería lo que grandes autores como Bateson o Weakland señalan bajo el concepto de «mensaje de doble vínculo» en los que al mismo tiempo que se dice una cosa, se dice lo contrario. Siendo esta la causa de muchos problemas y disfuncionalidades psicológicas, que provocan en la vida cotidiana de la persona multitud de sufrimientos y complejidades por querer conseguir una perfección a la que sólo nos acercaremos cuando dejemos de buscarla. Es en este sentido, cuando vemos la importancia y gran ayuda que puede darnos para conseguir un mayor nivel de expresión de la naturalidad y espontaneidad, el conservar un espíritu infantil, algo que consideramos mucho más eficaz que cualquier metodología, ya que son los niños un ejemplo de actuaciones simples y directas, sin dobles intenciones, ni complejas metodologías. En «Dos Pasos Adelante» encontrarás un apoyo para despertar estos recursos que están dentro de ti, y que te faciliten un mayor nivel de satisfacción tanto en tu vida personal como profesional. Solicitanos una primera entrevista gratuita y empezaremos a caminar juntos hacia este...
Seguir leyendoPsicólogos de Madrid y la terapia indirecta
Es cada vez más frecuente encontrarnos en nuestra consulta la visita de personas que acuden en busca de un apoyo o solución para familiares o amigos que observan que están pasando por un difícil momento, y que quisieran poder ayudarles. Posiblemente el estilo de vida de una gran ciudad como Madrid o cualquier otra, incrementa la cantidad de casos de este tipo, por cuanto que el estrés, las exigencias laborales, la competitividad, y el lamentablemente famoso fenómeno sociológico de estar viviendo una «soledad en compañía» hace que la comunicación humana sea cada vez más difícil y desnaturalizada. No hay espacio para la escucha sosegada, y necesitamos a veces pasar por la amarga medicina de darnos de cara contra la pared para empezar a promover un auténtico cambio en nuestra vida. Entendemos que evitar estos fuertes impactos, que se manifiestan mediante situaciones personales dramáticas y catastróficas, es una importante labor de la psicología, y mucho más dentro del contexto de una gran ciudad. Se necesita no demorar las soluciones, y será aquí donde la terapia indirecta va a jugar un papel protagonista. Entendemos por terapia indirecta, aquella en la que se trabaja teniendo como eje una persona que no se encuentra presente en la consulta. En este campo, la psicología sistémica nos va a resultar de gran utilidad, al mostrarnos como en un conjunto humano (familia, equipo de trabajo, amigos, organizaciones, entidades deportivas,…) el cambio de uno afecta en el cambio de los otros, de la misma manera que en el cuerpo humano una depuración del riñón crea mejores en otros órganos del cuerpo, o el arreglo de una pieza de un motor afecta positivamente en el rendimiento de otras piezas del mismo. Las relaciones humanas son como una especie de guión teatral, en la que si actuamos siempre del mismo modo recibimos las mismas respuestas de quienes nos rodean, pero si cambiamos nuestro guion, conseguimos también un cambio en quienes nos rodean. Es precisamente aquí, donde entra en juego la terapia indirecta, ya que nos muestra como realizando un inteligente, operativo, y estratégico cambio en nuestra manera de actuar, vamos a conseguir cambios `positivos en quienes nos rodean. Podemos encontrar muchos ejemplos de lo aquí referido, quizás uno de los más típicos lo podamos ver en el tema de la anorexia, que obviamente no es un problema exclusivo de las grandes ciudades, pero si de un estilo de vida propio de las sociedades más modernas, cuyos patrones de actuación están dirigidos desde las grandes urbes. Por poco atentos que estemos nos daremos cuenta que nuestra forma de actuar ante un familiar o amigo anoréxico es siempre muy parecida, si somos capaces de conseguir cambios operativos y prácticos en nuestro guión de actuación ante una persona que sufre este problema, seguro que provocaremos en él o ella cambios positivos. Por otras razones, la terapia indirecta también va a ser muy útil para los casos de problemática infantil, ya que con ella evitamos el efecto de etiquetado que muchas veces recibe el niño/a al acudir a una consulta. Además, son los niños muy sensibles y receptivos a los estímulos que reciben de las personas adultas que los rodean. Así pues, creemos que en muchos casos es perfectamente factible, ayudar a alguien sin necesidad de que esta persona acuda a la consulta....
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